lunes, 28 de marzo de 2016

Martes de madrugada.

Quiero escribir, quiero expresarme, quiero que el mundo sepa lo que siento, que el mundo se sienta como yo. Descubrir como unas palabras pueden cambiarte, como escribir puede ayudarme, o leerme ayudarte. Quiero pensar que todo va bien, quiero ver que todo está bien, pero no lo está.
Quiero estudiar, aprender, trabajar, ayudar.
Quiero volar, soñar y disfrutar, pero no puedo.
Quizás todos nacemos con alas, y todos podemos volar alto al principio, pero no es agua lo que llueve, es vuestra mierda espesa, que hace que me hunda en la locura, que estropea mis bonitas alas y las hace pesadas. Es vuestra mierda la que hace que me arrastre agonizando por el suelo sin que nadie me escuche, sin que nadie me lea.
O quizás es la mía. Quizás veo mis propios defectos en los demás y es eso lo que me aterra, ser como odiaría ser.
En cualquier caso no hay lugar para almas incomprendidas en este cielo.
Quizás resurja, quizás vuelva a estar cuerdo algún día.